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Las fábulas egipcias y griegas (1 de 8)

DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA   Dom Antoíne-Joseph Pern...

Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
19 agosto 2013

La nueva luz química de El Cosmopolita (notas de extractos seleccionados por L. Cattiaux)
Notas comparativas
Trabaja en vano quien se pone manos a la obra sin tener primeramente el conocimiento de la Naturaleza.
Es preciso, pues, conocer la naturaleza antes que proponerse imitarla e intentar perfeccionar lo que ella ha dejado en camino de perfección.
Las fábulas egipcias ygriegas,
Dom Antoíne-Joseph Pernety

25. Es preciso observar pacientemente la naturaleza antes de actuar, de lo contrario uno se vuelve insensato ante Dios, insoportable para los demás y finalmente, odioso a sí mismo.
El Mensaje Reencontrado I
La Naturaleza tiene una luz propia que no aparece a nuestra vista, el cuerpo es a nuestros ojos la sombra de la Naturaleza: por ello, en el momento que alguien es iluminado por esta bella luz natural, se disipan y desaparecen todas la nubes ante sus ojos, vence todas las dificultades, todas las cosas se le aparecen claras, presentes y manifiestas y sin impedimento de ninguna clase puede ver el punto de nuestra magnesia que corresponde a uno y otro centro del sol y de la tierra.
Así como el cuerpo humano está cubierto por vestiduras, igualmente la naturaleza humana está cubierta por el cuerpo del hombre; a esta naturaleza Dios se ha reservado el hecho de cubrirla y descubrirla según le plazca.
Para privar el cuerpo denso de su sombra móvil, los remedios ígneos serán un seguro recurso.
Symbola aureae mensae, Michael Maier

5. La mortificación del cuerpo debe preparar la purificación del espíritu y la regeneración del alma.
5'. Quien se aparta del misterio de la muerte no conocerá jamás el poder y la gloria de Dios.
El Mensaje Reencontrado VIII
En realidad hubiese podido abarcarlo todo en pocas líneas e incluso en pocas palabras, sin embargo, he querido guiarte con razones y por ejemplos hacia el conocimiento de la Naturaleza, a fin de que ante todo supieses lo que debías buscar, o la primera materia, o la segunda materia, y que la Naturaleza, su luz y su sombra, te fuesen conocidas.
Para resumir, diremos que el hombre mientras estaba unido con Dios sólo conocía el bien, es decir, las cosas que eran de Dios. Pero en cuanto alargó la mano y comió del fruto prohibido -es decir, el alma media o espíritu del gran mundo- su unión con la Naturaleza Divina se disolvió a causa de su desobediencia y transgresión del mandamiento. Por consiguiente, como su espíritu se unió con el espíritu del mundo, sólo conoció el mal, es decir, las cosas que eran del mundo. Es cierto decir que conoció el bien y el mal, pero el mal en una medida mucho mayor que el bien.
Antroposofía Teomágica, Eugenio Filaleteo

59. La vida mezclada con el no ser de afuera es lo que constituye el sufrimiento, pues la sustancia pura de los comienzos sigue siendo gozo eterno en sí.
59'. Lo que no es, es lo que no puede transformarse en sí mismo, por sí mismo, para sí mismo. La nada, tinieblas y muerte exterior.
El Mensaje Reencontrado XIII
Sin embargo, he sabido por sus discursos que interpretaban los Escritos de los Filósofos mucho más sutilmente que lo requerido por la Naturaleza, que es simple.
No obstante, os advierto que si queréis llegar a este secreto, es necesario sobre todo, rogar a Dios y después amar a vuestro prójimo, y por fin no vayáis a imaginaros cosas tan sutiles, con las que la Naturaleza no hace nada, sino que permaneced, permaneced digo, en la simple vía de la Naturaleza porque en esta simplicidad os será más fácil tocar la cosa con los dedos, que verla en medio de tantas sutilezas.
Pues en esta ciencia se necesita una sola cosa y un único medio de operar, por una vía simple y natural, sin perderse en la pluralidad de las cosas contrarias a nuestra única levadura.
Los Cinco Libros, Nicolas Valois

12. La inteligencia tortuosa, las sutilezas delirantes, la astucia, la malicia y el rapto no servirán aquí de nada.
12'. Ninguna mano de hombre podría forzar la entrada del jardín de Dios.
El Mensaje Reencontrado X
Madre Naturaleza.
Buscarle sólo debes en las venas Minerales que ofrece a manos llenas en su Gremio cercano y abundante la Madre universal Naturaleza. En ellas le hallarás únicamente y aunque por lo exterior vil te parezca, es el único origen de los Bienes, y materia primera de la Piedra.
El Testamento de Adriano, Hadriano Mynscht

47'. El que conoce a la Madre libera al hombre y penetra hasta Dios.
El Mensaje Reencontrado IV
Eres más que ciego, puesto que no te ves a tí mismo ¡cómo entonces podrías verme, a mí, Mercurio!
En efecto, sólo el Conocimiento ve lo inaparente, ya que él mismo es inaparente. Si puedes, aparecerá entonces a los ojos de tu intelecto, Tat: pues el Señor se manifiesta con plena liberalidad a través de todo el Universo. ¿Puedes ver tu pensamiento y asirlo con tus propias manos y contemplar la imagen de Dios? Pues, si incluso lo que está en ti es para ti inaparente, ¿cómo se te manifestará Dios mismo, a tí, por medio de los ojos del cuerpo?
Poimandrés, Hermes Trismegisto

45. Quien no vea ni oiga nada en el Libro, que mire y escuche en el mundo; y si no ve ni oye nada en el mundo, que mire y escuche en sí mismo; y si no ve ni oye nada en sí mismo, que se acueste en la muerte; pero, sobre todo, que calle a fin de no arrastrar a nadie en su soledad ciega y sorda.
El Mensaje Reencontrado XIV
Mercurio es hijo de la Naturaleza.
Por la misma razón, los sabios inventores de las ficciones de la Mitología hicieron nacer a Mercurio, hijo de Maya, en una montaña; porque hasta que el mercurio de abajo o terrestre haya atraído al mercurio de arriba o celeste, el artista no posee más que las alas atadas a los pies de Mercurio; es decir que no posee todavía más que la mitad del todo.

39. Dios por sí mismo produce la Madre, Dios por la Madre engendra al Hijo, el Hijo por la Madre multiplica a Dios.
Así, Dios no tiene comienzo ni fin.
El Mensaje Reencontrado I
Te aconsejo buscar en primer lugar qué cosa es la Naturaleza. Todos unánimemente dicen que es una cosa común, de bajo precio y fácil de conseguir, y es verdad; sin embargo, deberían añadir: para los que la conocen. Pues quien la conoce, la reconocerá en medio de toda clase de inmundicias; no obstante, quienes la ignoran ni siquiera creen que está en el oro.
He dicho que todas las cosas son engendradas a partir de dos cosas, y a pesar de que el oro contiene ambas, otro espíritu hace su entrada y abre la puerta del cielo soberano, el cual puede encontrarse en cualquier cuerpo elementado y se llama Upupa, un pájaro meridional más resplandeciente que el oro fino y que anida en los retiros y también está contenido en el oro. Es vil y valioso y algunos lo llaman pájaro del paraíso, porque reside en las más altas regiones y porque anida en la tierra baja.
Los Cinco Libros, Nicolas Valois

40. Nos podemos perder eternamente si el absurdo no nos detiene en el camino del extravío y si el amor no nos reconduce a nuestro origen santo.
40'. Para algunos, Dios es una sublime realidad.
Para otros, parece ser una locura increíble.
«Los inteligentes han rechazado el Libro y los sabios del mundo no lo han comprendido en absoluto».
El Mensaje Reencontrado XI
Dios te abrirá la puerta de la Naturaleza, donde verás que opera de una manera muy simple. Ten por cierto que la Naturaleza es muy simple y que solo se deleita en la simplicidad, y créeme que todo aquello que es lo más noble en la Naturaleza es también lo más fácil y lo más simple; ya que toda verdad es simple. Dios, el creador de todas las cosas, no ha puesto nada que sea difícil en la Naturaleza, así pues, si quieres imitar a la Naturaleza te aconsejo que permanezcas en su vía simple y encontrarás toda clase de bienes.
Todos los verdaderos adeptos hablan en el mismo tono, y si dicen verdad, sin tomarse tantas fatigas, sin emplear tantos vasos, sin consumir tanto carbón, sin arruinar su bolsa y su salud, se puede trabajar en concierto con la naturaleza, que ayudada, se prestará a los deseos del artista y le abrirá liberalmente sus tesoros. Aprenderá de ella, no a destruir los cuerpos que produce, sino cómo y con qué los compone y en qué se resuelven. Ella le mostrará esta materia, este caos que el Ser supremo ha desarrollado para formar el Universo. Verá la naturaleza como un espejo, cuya reflexión le manifestará la sabiduría infinita del Creador que la dirige y la conduce en todas sus operaciones por una vía simple y única, que constituye todo el misterio de la gran obra.
Las fábulas egipcias y griegas,
Dom Antoíne-Joseph Pernety

9. Son necesarios muchos estudios, mucho tiempo, muchos dolores, mucho amor y mucho saber para volver a ser simple y natural, pero entonces es una simplicidad que se conoce y se guarda.
El Mensaje Reencontrado VII
El elemento del Agua es (como hemos dicho) el receptáculo de la simiente universal, y la Tierra se resuelve y se purifica fácilmente en ella. Es el menstruo del mundo.
Sócrates dijo: Sabed que los filósofos han llamado agua de vida a nuestra agua, y han dicho bien, pues si primero mata al cuerpo luego lo hace revivir y lo rejuvenece.

77'. El agua es universal, las simientes son particulares.
Una disuelve, las otras consolidan, pero sólo una cosa contiene a Dios en secreto.
El Mensaje Reencontrado III
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