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DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA   Dom Antoíne-Joseph Pern...

Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
14 enero 2012

(extractos de Los cinco libros de Nicolas Valois) Notas comparativas
Pues en esta ciencia se necesita una sola cosa y un único medio de operar, por una vía simple y natural, sin perderse en la pluralidad de las cosas contrarias a nuestra única levadura.
Abre tus ojos, oh, docto Pantaleón, y aprende que de una sola cosa, por una sola vía, una sola disposición y un sólo acto se realiza todo el magisterio; según dice Geber, nuestro Arte no se realiza, en modo alguno, por la multiplicidad de las cosas, Y aunque los Sabios, dice Morieno, hayan diferido entre ellos en lo que respecta a los nombres y las palabras, todos han entendido una sola cosa, una sola disposición y una sola vía.

El ignorante tortura la naturaleza por todos los medios y en todos los terrenos.
El que es instruido la descubre por una sola vía y en un sólo lugar.
El Mensaje Reencontrado V: 39
Hay que ser un hombre muy simple, pero también constante, una vez se tenga el rayo de luz, pues si bien obstinarse en una idea errónea es perjudicial, la perseverancia en la verdad es provechosa.
Nuestra búsqueda del divino tesoro exige tal esfuerzo y tal trabajo durante tanto tiempo, noche y día, que todos los valientes y todos los trabajadores del mundo renuncian incluso a emprenderla, y por eso pasamos por holgazanes e inútiles a los ojos del mundo, que no puede creer ni comprender que la gloria de Dios reposa únicamente en nosotros.
Nuestra búsqueda será solitaria, larga y penosa en las tinieblas de este mundo, a fin de que nuestra fe, nuestra constancia y nuestro valor sean puestos a prueba antes de sernos concedido el don de Dios; no deberemos esperar ninguna ayuda ni ningún consejo del mundo profano, sino solamente la ayuda y el consejo de Dios y de sus Hijos, que viven en él para siempre.
El Mensaje Reencontrado XXXVIII: 65-65'

Si no buscamos la salvación de Dios con constancia, con perseverancia, con obstinación, con estupidez, con delirio, no obtendremos más que la corteza de las cosas santas.
¿No debemos suplicar al mundo para obtener una parcela de las cosas muertas que vende tan caras a todos?
El Mensaje Reencontrado XXIV: 48'
Por esta razón, se dice: observa cómo trabaja Naturaleza e imítala con la mayor precisión posible, ya que sólo deberás ablandar el cuerpo sobre el que trabajas con el agua que te enseñaré, pues ya te he dicho con certeza cuál es ese cuerpo. Pero guarda este secreto oculto y no lo reveles a nadie.
Si deseamos la ciencia inmortal, empecemos por estudiar la naturaleza y continuemos imitándola muy de cerca.
El Mensaje Reencontrado XXIII: 56

¿Hay algo más absurdo y más trágico que la suerte de los impíos, que se niegan a pedir nada a Dios en sus corazones endurecidos por el orgullo?
Se proclaman fuertes y libres en el mundo, pero mueren como las bestias en el abandono y en la decadencia sin esperanza.
El Mensaje Reencontrado XXIV: 29-29'

Como conclusión, diré que aquellos que deseen trabajar imitando a la naturaleza, deben conocer primeramente las simientes y después también las matrices, y entonces, si escogen la verdadera simiente, tal como la naturaleza la ha formado, y si ponen dicha simiente bien purgada y bien acondicionada en esa matriz, encargando la cocción a la naturaleza del fuego inherente en ellos, entonces, digo, podrán alcanzar un éxito favorable. En esa materia no basta conocer la simiente particular de cada cuerpo de los tres reinos de la naturaleza que corrientemente lo tiene inherente en sí mismo; menester además conocer la simiente del Espíritu universal que él infunde admirablemente a los animales, los vegetales y los minerales, sin el que nada subsiste ni se engendra; porque ese Espíritu, ese quinto elemento, ese instrumento del Eterno, es absolutamente imprescindible en la procreación de las cosas. Así como contiene la tintura universal de las simientes, tiene también el poder de obrar sobre lo universal, y debe razonablemente servir de base a la Medicina universal, la que nunca nadie sacó, ni sacará, de un cuerpo particular de los animales, de los vegetales, ni de los minerales.
Carta Filosófica, El Cosmopolita
Esta agua es llamada agua de mar, porque es verdaderamente un mar en el que numerosos sabios barqueros han naufragado por no tener a ese astro como guía, que nunca falla a los que lo han conocido una vez.
No hay éxito en el mundo para el que busca a Dios, sino sólo fracasos y golpes repetidos, tinieblas muy opacas y la soledad que hace llorar de sí mismo; pero ¡qué recompensa al final, cuando la luz del Único ilumina la vía de los hijos de Dios!
Hay que estar loco por Dios para creer más allá de las apariencias siniestras que nos ciegan, nos aplastan y nos desesperan aquí abajo. Así pues, ¡que nos vuelva locos, para que nos volvamos Sabios y hallemos la luz de vida que nunca falta a los que la han conocido una vez!
El Mensaje Reencontrado XX: 70-70’

Pero ¿qué es lo que hace el Arte? Ministro ingenioso de la diligente Naturaleza, purifica con una llama vaporosa los senderos que conducen a la prisión. No existe mejor guía ni medio más seguro que el de un calor suave y continuo para ayudar a la Naturaleza y dar ocasión para que se rompan aquellos lazos donde nuestro Mercurio está como agarrotado.
Es esta la estrella que conducía a los sabios hacia el alumbramiento del hijo de Dios y la misma que nos ha hecho ver el nacimiento de este joven rey.
Los negros esperan su herencia santa desde que uno de sus Sabios descubrió la estrella que le condujo hasta la virgen madre y hasta el niño rey.
El Mensaje Reencontrado XXVIII: 53

Que el que desee ser feliz vaya tras la luz porque es la causa de la felicidad, tanto temporal como eterna. En su hogar se la puede encontrar, y el hogar no está muy lejos ni es difícil de encontrar, porque la luz camina delante nuestro y es la que nos guía a su propia morada. [...] No podemos confinarla en ningún lugar [...] No la podemos encerrar en un cofrecillo [...] Debemos, pues, buscar la mansión de la luz —esa sustancia oleosa y etérea que la retiene— ya que por medio de ella podemos circunscribirla y confinarla.
Aula Lucis, Eugenio Filaleteo
Porque nuestra agua se saca de una sola y única cosa, que contiene en sí todas las cosas del mundo.
Los Sabios, amigos de Dios, poseen la perfección del mundo en una sola cosa despreciada por todos.
La bendición de Dios es lo que envía el agua de vida y su amor es lo que encarna el fuego santo.
El Mensaje Reencontrado IV: 37-37’

En primer lugar empecemos dando a conocer la materia de nuestra piedra, ya que en nuestro magisterio hemos utilizado cosas ajenas debido a sus similitudes; sin embargo, nuestra piedra está compuesta de una sola cosa, trina respecto a su esencia y principio, a la que no añadimos ni quitamos nada.
Con mucha razón nuestra agua divina es llamada la «llave», «luz», «Diana» que ilumina en la oscuridad de la noche, pues es la entrada de toda obra y la que ilumina a todos los hombres.
Hemos hecho recordar la cerradura terrestre y la llave celeste que abren la puerta de la estancia de la vida bienaventurada, donde los hijos de Dios se regocijan de la alegría del Único Esplendor por la eternidad.
El Mensaje Reencontrado XXXVII: 26'

«¿Por qué no han perseguido el olor de la rosa quymica en este sendero de los verdaderos discípulos, en el que el asno de Isis tiene puesta su intención secreta? ¿También hablaremos de este vacío Oculto de Ícaro, no engendrado, donde el ángel sólo vuela en sueños? El olvido total, no obstante, es un peor peligro en este mundo. Si el extraviado, creyendo unir al azur, se pierde en el encanto de este dolo sin duración, son otras las palabras que a su Homero inspiró la Noche, nodriza universal. "La Noche me dio la llave de Pan", dice nuestro poeta, y "el oro me fue revelado en su humilde morada terrestre". De este dulce rocío nocturno, santamente recogido, crece la gnosis de los Filósofos y de los Poetas instructores de los pueblos.»
El Hilo de Penélope, Emmanuel d’Hooghvorst
Ahora bien, Naturaleza nunca ha podido llevar los metales a esa perfección. En esto consiste la labor del Artista, pues conviene buscar una cosa que tenga el poder de abrir el cuerpo más noble, separar de él lo superfluo, y poner en ella la semilla de éste.
Abrir es un buen comienzo. Ser abierto es un mejor final.
El Mensaje Reencontrado XXV: 15'

A nosotros nos place llamarla un aceite mercurial de sal putrificada y pasada por el alambique [...] en efecto es un aceite exaltado hasta el más alto grado de perfección ígnea y este aceite es el fundamento de toda solución metálica, sin la cual nada puede servir en nuestra obra, lo que es útil remarcar. Ejerce en nuestra obra las funciones de hembra y con justicia es llamada esposa del Sol y matriz. Además es la llave que abre las puertas metálicas, ya que calcina los metales calcinados, los calcina, los pudre, los vuelve volátiles y espirituales, los tiñe de todos los colores y en fin, es el comienzo, el medio y el fin de las tinturas. Y aún más es de la misma naturaleza que el oro, tal como lo asegura Arnau de Vilanova, aunque la naturaleza del oro es completa, digerida y fija y la naturaleza de nuestra agua es incompleta, indigesta y volátil, en una palabra es el fuego de los Filósofos con el cual el árbol hermético es convertido en cenizas.
Rosario de los Filósofos, Arnau de Villanova
Esta cosa es un agua llena de fuego que, por su cualidad húmeda, ablanda a los cuerpos y por esta razón es denominada «agua fuerte, engendrada del Sol y de la Luna, que contiene el poder de destruir y de vivificar».
Este mercurio es un agua ardiente que tiene la virtud de disolver todos los mixtos, los minerales, las piedras y todo lo que los otros menstruos o aguas fuertes no sabrían hacer, la guadaña del viejo Saturno viene al punto para significarlo, por lo que se le ha dado el nombre de disolvente universal.
Dom Antoíne-Joseph Pernety

Los Filósofos han dado muchos nombres a esta Agua, llamándola primeramente Esencia divina, luego Espíritu de vida, Vinagre, Aceite, Fuego, Azufre, Tierra, Sal, Mercurio, Plata viva; es el disolvente universal, la vida y la salud de toda la carne.
Así, el Mercurio contenido en todas las especies es, sin duda alguna, nuestro mercurio universal; pero bajo esta forma nos es inútil para esta obra porque ha adquirido una afinidad tan grande con la cosa que lo contiene, que no puede ser separado de ella sin recibir la cualidad y la sustancia de la cosa con la que ha realizado su alianza. Ya que dicha cosa, que es su azufre y su cuerpo, bien sea animal, vegetal o mineral, lo ha vinculado tan estrechamente a todas sus condiciones y humores, que no puede producir otras especies de ninguna otra forma que mediante el antedicho azufre, o al menos parcialmente, al igual que dos gérmenes diferentes no anulan su efecto mutuo pero que, sin embargo, no producen más que monstruos.
La vida mezclada con el no ser de afuera es lo que constituye el sufrimiento, pues la sustancia pura de los comienzos sigue siendo gozo eterno en sí.
El Mensaje Reencontrado XIII: 59

La vida y la muerte están inextricablemente mezcladas en el mundo caído y nuestras ciencias profanas son impotentes para separarlas y para exaltar la vida pura hasta el reposo de Dios.
El Mensaje Reencontrado XXVI: 79

La naturaleza media del hombre no le permite desembrollar lo verdadero de lo falso sin la ayuda de Dios.
Demasiada sutileza lleva a la locura y demasiados deseos conducen a la esclavitud.
El Mensaje Reencontrado VII: 35-35’


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