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Las fábulas egipcias y griegas (1 de 8)

DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA   Dom Antoíne-Joseph Pern...

Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
07 noviembre 2012


Arcana arcanissima, Michael Maier (extractos)
Notas comparativas
Por consiguiente, no es verosímil que estos antiguos poetas hayan puesto en la cuenta de sus dioses tantos adulterios, homicidios, incestos y crímenes, de los que han abusado tanto los dioses como los hombres, que hayan propagado enormes vicios de este género a ejemplo de estos dioses, no es verosímil que hayan actuado así por malicia congénita, o por simple irrisión. ¡En este caso habrían sido los más ineptos de todos los bípedos!
Lo más probable es que hayan hecho esto para demostrar que estos dioses no eran más que ficciones, dioses imaginarios, símbolos y emblemas (destinados a los ojos o al espíritu) de un arte ocultado al vulgo pero conocido de ellos.
[...] los dioses, es decir, los diferentes colores llamados: el negro, Saturno; el gris, Júpiter; el citrino, Venus; el blanco, la Luna o Diana; el azafranado o color de la herrumbre, Marte; el púrpura, el Sol o Apolo, y así los otros, como se puede ver en cada página de los escritos de los adeptos.
Las fábulas egipcias y griegas,
Dom Antoíne-Joseph Pernety

Los profetas nos han hablado de la substancia y de la esencia de Dios, ¡pero nosotros escudriñamos sus textos para descubrir en ellos la historia, la moral, la poesía o la adivinación!
¡Oh, estúpida ceguera de los inteligentes y de los sabios!
¡Oh, mediocridad satisfecha de los creyentes!
El Mensaje Reencontrado XIX: 1
En efecto, con el nombre, todos los presagios convienen. Deseó volverse manifiesto y ser llamado por el nombre, y entonces se vistió en una vestidura refulgente y precisa y creó EleH (“éstos”) y EleH adquirió un nombre. Las letras de las dos palabras se entremezclaron formando el nombre completo ELOHIM (“Dios”). Cuando los israelitas pecaron haciendo el becerro de oro aludieron a este misterio diciendo: “EleH (“éstos son”) tus dioses, oh Israel”. Y una vez que MI se combinó con EleH, el nombre subsistió por todo tiempo. Y sobre este secreto está construido el mundo. Entonces Elías se retiró y desapareció de mi vista y es por él que se apoderó de mí este misterio profundo.
El Zohar, Moisés de León

Los hipócritas se deleitan en secreto de lo que denuncian públicamente, pero los nombres que se han atribuido los denuncian públicamente sin que lo sospechen.
Así pues, en hipocresía «biempensante» se halla «panse bénite» y en hipocresía «puritaine» hay «putainerie», ya que cada moneda que brilla en el mundo tiene un reverso oculto donde está grabado su verdadero nombre.
El Mensaje Reencontrado XXII: 55-55'
Así Jasón ha adquirido en casa de Quirón la experiencia manual y en casa de Medea el consejo y la teoría perfecta necesaria para el acabamiento de la obra.
De donde se presenta una observación que merece la atención: todo tratamiento manual, sea el que sea, recibido de Quirón en la búsqueda de esta obra, debe estar precedida de una perfecta teoría, destilada por Medea, pues la teoría perfecta precede a la práctica perfecta y no a la inversa. Pero la teoría perfecta es precedida de numerosos errores. En efecto, estos son en el arte como los maestros que ponen los castigos. No obstante se reconocen sus errores en una práctica ensayada y repetida a menudo, y así parece que la enseñanza de Quirón precede a los consejos muy perfectos de Medea y que estos a su vez coordinan y disponen los trabajos del artista.
La Alquimia es la ciencia inmutable que trabaja sobre los cuerpos con ayuda de la teoría y de la experiencia, y que, por una conjunción natural, los transforma en una especie superior más preciosa
Espejo de alquimia, Roger Bacon

Quien se desanima a la primera o la milésima tentativa no es digno de poseer el don de Dios.
El Mensaje Reencontrado II: 85
¿Por qué Eurípilo, hijo de Neptuno, ofreció un terrón de tierra? Es porque la tierra filosófica, dada como presente a un huésped, incluso si es de poco precio, no se ha de despreciar. Júpiter envía a Iris hacia Tetis e Iris desciende sobre el negro mar; he aquí el mar filosófico, o la materia en disolución llegada al negro. Iris encuentra a Tetis, o la tierra filosófica, sentada en una caverna, es decir, en el vaso de los filósofos.
Las fábulas egipcias y griegas,
Dom Antoíne-Joseph Pernety

La inteligencia del agua y la memoria de la tierra forman el cuerpo-espíritu del Universo, pero el amor del fuego es lo que le confiere el alma viva.
El  Mensaje Reencontrado XI: 56'
¿Qué ha predicho Medea a partir de este terrón disuelto en el agua? Ha anunciado de qué naturaleza sería el retorno a la patria, si era preciso estar conforme a las esperanzas o no, y cuál sería el resultado de la obra. Pues si no se hace una tierra del agua y de nuevo un agua de la tierra, se trabaja en vano.
Iris representa a los diferentes colores que aparecen al mismo tiempo cuando se produce la fermentación y la disolución. Tetis lloraba, es la materia que se reduce a agua.
Las fábulas egipcias y griegas,
Dom Antoíne-Joseph Pernety

El agua de la tierra y la tierra del agua, he aquí el misterio del Señor encarnado en la sangre y en la carne del mundo.
El Mensaje Reencontrado II: 85'
En efecto, la natura guía a la natura y ella se regocija de una naturaleza semejante a ella.
Naturaleza se regocija en Naturaleza, Naturaleza vence a Naturaleza, y Naturaleza contiene Naturaleza.
La Turba de los Filósofos, Anónimo

En el Libro hay muchas cosas escondidas para el que reflexiona.
Pero hay una que contiene todas las demás para el que comprende.
El Mensaje Reencontrado XXXIII: 1-1'
Así mismo, y a menudo, otros han señalado un dragón que sólo muere cuando es matado por su hermano o su hermana. Se trata pues, de un dragón siempre despierto que se ha de adormecer y alcanzar echando una materia narcótica en su garganta. Es venenoso; su soplo es mortal pues lanza fuego y es por eso que se ha de temer tocarlo. Amenaza con sus muy afilados dientes de los que debe ser desarmado. Pero Jasón, el médico filosófico, ha recibido de Medea, es decir, de la razón, ayudas muy eficaces: las imágenes del Sol y la Luna que debía llevar en el cuello, un ungüento apirético con el cual debía untarse y una liba soporífera con agua muy limpia, o leche de virgen, apartando todo incendio y apagándolo. Armado con estos remedios vence al dragón y le extrae los dientes.
[...] la naturaleza de este mundo, Circe, sin buena quymica se convierte en una mujer malvada y traicionera, pero unida al oro se vuelve, tal como veremos, una amante fiel y una musa inteligente.
El Hilo de Penélope, Emmanuel d'Hooghvorst

El agua de la gracia es lo que funde el corazón mortificado y separa en nosotros la vida pura de la mugre de la muerte.
El fuego del amor es lo que fecunda el corazón depurado y lo multiplica en la gloria de Dios.
El Mensaje Reencontrado XXII: 58
Pero el remedio más potente ha sido esta especie de pentáculo con la imagen del Sol y la Luna que, gracias a cierta fuerza y propiedad oculta, ha aportado un antídoto al veneno de tan grandes monstruos. Aquel que lo pueda adquirir, que no dude de su victoria. Los filósofos en sus libros enseñan cómo se puede conseguir cuando hablan del Sol y la Luna, de su conjunción, y de su disolución natural en las substancias radicales de su naturaleza, es decir, en la reducción a primera materia.
«El gran juramento de los dioses» es el don de la Década, la limosna caritativa, el presente de los dioses. Se trata de una nueva alusión a aquella pista mercuriana cuyo efecto anula el veneno de Circe. Sin peso, esta hembra se agota gastando sin cocer. Pero se requiere de ella para la obra de la filosofía, pues unida a Ulises engendra la alegría, ella, que no era más que un veneno.
El Hilo de Penélope, Emmanuel d'Hooghvorst

Dios hace surgir los frutos de la tierra por medio del agua y del fuego unidos en uno.
«¡Oh milagro de resurrección!»
Cuando se les ofrece agua pura responden: «Devolvednos el veneno al que estamos acostumbrados».
El Mensaje Reencontrado II: 14'-15
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