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Las fábulas egipcias y griegas (1 de 8)

DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA   Dom Antoíne-Joseph Pern...

Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
26 junio 2012

(extractos de El libro de las figuras jeroglíficas de Nicolás Flamel) Notas comparativas
Temí por mucho tiempo que Pernelle no pudiera ocultar la alegría de su gran felicidad, que yo medía por la mía, y no dejase escapar alguna palabra a sus padres, sobre los grandes tesoros que poseíamos, ya que la alegría extrema quita el sentido lo mismo que la gran tristeza.
De él, el tiempo ha conservado tan poco, / Que es como un secreto oculto / En el fondo de los corazones. / Si su nombre es citado en la tribu, / Este pueblo se embriaga sin deshonor / Y sin pecado. / Ha subido poco a poco del fondo / De las jarras y de él, en verdad, / Sólo queda el nombre. / Si un día de él se acuerda / Un hombre, la alegría se apodera de éste y la tristeza se desvanece. / La única visión del sello / Puesto sobre las jarras, / Basta para embriagar a los invitados. / Si regaran con un vino como éste la / Tierra de un sepulcro, el muerto reencontraría / Su alma y su cuerpo sería revivificado.
El elogio del vino, Umar ibn al-Fârid

Hay una sola respuesta a las tentaciones atractivas o repulsivas y al absurdo del mundo presente. ¡Es la plegaria del santo, el reposo del Sabio o la risa del ausente!
El Mensaje Reencontrado XVIII: 13
Que nadie me reproche si no me entiende con facilidad, pues ser más reprobable que yo, ya que al no estar iniciado en estas secretas y absolutas interpretaciones del primer Agente (que es la llave que abre las puertas de todas las ciencias) [...]
A nosotros nos place llamarla un aceite mercurial de sal putrificada y pasada por el alambique [...] en efecto es un aceite exaltado hasta el más alto grado de perfección ígnea y este aceite es el fundamento de toda solución metálica, sin la cual nada puede servir en nuestra obra, lo que es útil remarcar. Ejerce en nuestra obra las funciones de hembra y con justicia es llamada esposa del Sol y matriz. Además es la llave que abre las puertas metálicas, ya que calcina los metales calcinados, los calcina, los pudre, los vuelve volátiles y espirituales, los tiñe de todos los colores y en fin, es el comienzo, el medio y el fin de las tinturas. Y aún más es de la misma naturaleza que el oro, tal como lo asegura Arnau de Vilanova, aunque la naturaleza del oro es completa, digerida y fija y la naturaleza de nuestra agua es incompleta, indigesta y volátil, en una palabra es el fuego de los Filósofos con el cual el árbol hermético es convertido en cenizas.
La Tumba de Semiramis, Anónimo

Hemos hecho recordar la cerradura terrestre y la llave celeste que abren la puerta de la estancia de la vida bienaventurada, donde los hijos de Dios se regocijan de la alegría del Único Esplendor por la eternidad.
El fin es como el principio, pero el medio nos ilumina.
«La Plegaria. La Estrella. La Piedra».
El Mensaje Reencontrado XXXVII: 26' y I: 2'
Calid dice: -Si este fuego no se mide clibánicamente-, -Si se enciende con la espada -dice Pitágoras-, -Si quemas tu vaso -dice Morienus- y le haces sentir el ardor del fuego, te dará un soplo, y quemará sus flores antes de que suban de lo profundo de su sustancia. Saldrán más rojas que blancas y entonces tu operación se destruirá, de igual manera si pones mucho fuego, pues así tampoco verás el fin debido a que las naturalezas se enfrían y congelan y no tendrán movimientos suficientemente fuertes para digerirse mutuamente. Hermes y Rosinus dicen: El calor de tu fuego en este vaso, será según el invierno. Diomedes dice: Según el calor del pájaro que empieza a volar muy lentamente después del signo de Aries hasta Cáncer. [...] Dirige, pues, suavemente, con igualdad y proporción tus altaneras naturalezas, no sea que si favoreces a unas más que a otras, ellas que son enemigas por naturaleza, se vuelvan contra ti por celos y cólera seca, y te hagan lamentarte mucho tiempo. Además de esto, tienes que mantener siempre este calor templado día y noche, hasta que el invierno, o sea el tiempo de la humedad de las materias, haya pasado. [...] Si se encontraran sin fuego aunque sólo fuera por media hora, serían irreconciliables para siempre. Por eso se dice en el libro de los Setenta Preceptos: Haz que su fuego dure siempre, y que no se olvide ninguno de sus días. Razi dice: La saciedad que lleva siempre consigo el exceso de fuego, esta siempre seguida por el diablo y el error.
Pitágoras dijo: nómbrala. Y él dijo: es el vinagre muy agrio, que transforma al cuerpo: lo torna negro, blanco, rojo, lo torna de todos los colores y transforma al cuerpo en espíritu. Y sabed que si ponéis el cuerpo al fuego sin vinagre, se quemará y corromperá.

Nuestra búsqueda del divino tesoro exige tal esfuerzo y tal trabajo durante tanto tiempo, noche y día, que todos los valientes y todos los trabajadores del mundo renuncian incluso a emprenderla, y por eso pasamos por holgazanes e inútiles a los ojos del mundo, que no puede creer ni comprender que la gloria de Dios reposa únicamente en nosotros.
Nuestra búsqueda será solitaria, larga y penosa en las tinieblas de este mundo, a fin de que nuestra fe, nuestra constancia y nuestro valor sean puestos a prueba antes de sernos concedido el don de Dios; no deberemos esperar ninguna ayuda ni ningún consejo del mundo profano, sino solamente la ayuda y el consejo de Dios y de sus Hijos, que viven en él para siempre.
El Mensaje Reencontrado XXXVIII: 65-65'
Estos dos espermas, -decía Demócrito- no se encuentran en la tierra de los vivos. Lo mismo dice Avicena y añade: Se les recoge del guano y podredumbre del Sol y la Luna. ¡Qué felices son los que lo saben coger!, pues luego con ello hacen una Triaca que vence todo dolor, tristeza, enfermedad y debilidad, que combate poderosa contra la muerte, alargando la vida según permisión de Dios, hasta tiempo determinado, triunfando sobre las miserias de este mundo, y colmando al hombre con sus riquezas. [...]
Finalmente, hay una tercera operación, mixta, mezclándose oro vulgar con nuestro Mercurio, con el debido peso, y añadiéndole el fermento de nuestro azufre en cantidad suficiente. Entonces se realizan todos los milagros del mundo y se hace el Elixir capaz de dar a su poseedor las riquezas y la salud. ¡Oh, santa naturaleza, que sola realizas lo que es en el fondo imposible a todos los hombres!

Nada nos salvará de la miseria, de la mugre, de la enfermedad, del sufrimiento, de la ignorancia, del miedo, del odio, del desespero, de la soledad y de la muerte, salvo la ciencia de Dios sapientísimo. Y nada nos la transmitirá, salvo el amor de los que la poseen en herencia desde la creación del hombre, pues su palabra es el amor de Dios que viene a nosotros hasta la tierra de exilio.
El Mensaje Reencontrado XXXIV: 29-29'
Aquel que no vea la negrura en el principio de estas operaciones, durante los días de la Piedra, aunque vea otros colores, habrá fallado en el magisterio y no lo podrá enderezar con ese caos, pues no lo ha trabajado bien y nada se ha pudrido, y si no se pudre no hay corrupción ni se puede engendrar nada. Por lo tanto, la Piedra no puede tomar vida vegetativa para crecer y multiplicarse. [...] Es de temer sobre todo el color anaranjado, o medio rojo, porque si lo ves en un principio en el huevo, es que sin duda quemas o has quemado el verdor y vivacidad de la Piedra. El color que debes obtener ha de ser totalmente negro, similar al de esos dragones, y esto por espacio de cuarenta días.
Y ciertamente, te digo nuevamente, que aún cuando tú mismo trabajes sobre las verdaderas materias, si al principio, tras haber puesto las confecciones en el huevo filosófico, es decir, algún tiempo después de que el fuego las haya irritado, no ves la cabeza de cuervo negro, de un negro muy negro, tendrás que volver a empezar, pues esta falta es irreparable. Sobre todo se debe de temer un color anaranjado o medio rojo, porque si en un principio lo ves en tu huevo, sin duda quemas o has quemado el verdor y la vivacidad de la piedra.
Dom Antoíne-Joseph Pernety

Cuarenta es la cifra de la esperanza, del despojamiento, de la transformación y de la maduración.
El Mensaje Reencontrado VIII: 11'
Tienes aquí ya dos naturalezas unidas, de las que una ha concebido a la otra, y por esta concepción se ha convertido en cuerpo de macho, y el macho en hembra, o sea que se han hecho un solo cuerpo que es el Andrógino de los antiguos, que también se llama cabeza de cuervo y elementos convertidos.
Rabí Jeremías hijo de Eleazar dijo: Cuando el Santo, bendito sea, creó al primer Adán, lo creó andrógino; tal como está escrito: “Macho y hembra los creó” (Génesis 5, 2). Rabí Samuel, hijo de Nahmán dijo: Cuando el Santo, bendito sea, creó al primer Adán lo creó a doble cara, después lo cortó e hizo dos espaldas, una espalda hacia un lado y la otra hacia el otro. Alguien objetó: ¿Acaso no está escrito: “Y tomó una de sus costillas (tselá)” (Génesis 2, 21)? Se le responde: Uno de sus dos costados, tal como está escrito: “Y al segundo lado (tselá) del tabernáculo […]” (Éxodo 26, 20).
Midrach Berechit Rabah 8, 1

Por la solución, los cuerpos retornan a su primera materia y se reincrudan mediante la cocción. Entonces sucede el matrimonio entre el macho y la hembra y nace el cuervo. La piedra se resuelve en cuatro elementos confundidos juntamente; el cielo y la tierra se unifican para poner a Saturno en el mundo.
Dom Antoíne-Joseph Pernety
Los tres que resucitan vestidos de resplandeciente blanco, representan el cuerpo, el alma y el espíritu de nuestra piedra blanca. Los filósofos emplean con frecuencia estos términos del arte para ocultar su secreto a los malvados. Llaman cuerpo a la tierra negra, oscura y tenebrosa que blanqueamos. Llaman alma a la otra mitad dividida del cuerpo que, por voluntad de Dios y poder de la naturaleza, da al cuerpo, por sus empapamientos y fermentaciones, el alma vegetativa, o sea, el poder y virtud de pulular, crecer, multiplicar y volverse blanco, como espada resplandeciente. Llaman espíritu a la tintura, que como un espíritu, tiene poder de penetrar en todas las cosas metálicas. [...] Sólo quiero que te fijes bien, que, igual que el hombre dotado de cuerpo, alma y espíritu es, sin embargo, UNO; tienes asimismo una sola confección blanca, en la que residen cuerpo, alma y espíritu unidos inseparablemente.
¿Quién se lavará en el fuego y en el agua a fin de volver a ser puro y blanco como la sal de la vida?

Conocer los tres fundamentos hereditarios del hombre es poseer la ciencia. El alma que viene de Dios, el espíritu que viene de los astros, el cuerpo que viene de la tierra.
El Mensaje Reencontrado XIX: 28" y II: 88
[...] pues a la negrura ya la hemos llamado muerte y continuando la metáfora podemos llamar a la blancura, vida que llega con la resurrección.
Tetis es tomada por el agua. Isacio dice que Peleo, aconsejado por su padre, tuvo relación con Tetis, cuando entre todas las formas que tomaba para evitar las persecuciones de Peleo, tomó la forma de un pez conocido con el nombre de seco. Así he aquí a Aquiles hijo del barro negro y del agua. Se sabe que este pez llamado seco suelta un licor negro que tinta el agua en la que se encuentra y la transforma, por así decirlo, en tinta. Todo esto conviene bien a la circunstancia de la concepción del hijo filosófico, que hemos dicho que sucede, según los filósofos, cuando la materia puesta en el vaso llega a un estado parecido al de un barro negro, o al de la pez negra fundida. Por la misma razón la fábula dice que las bodas de Peleo y de Tetis se hicieron sobre el monte Pelión en Tesalia.
Dom Antoíne-Joseph Pernety

No encontraremos a Dios por las especulaciones de la inteligencia ni por el trabajo de nuestras manos. Encontraremos a Dios únicamente imitando a Dios, pues la siembra de nuestra muerte prepara la cosecha de nuestra vida.
El Mensaje Reencontrado XIX: 61
En su banda lleva escrito: Christe precor esto pius (Cristo, sé suave para mí), como si dijera: “Señor, sé suave y no permitas que aquel que llegue hasta aquí, estropee todo con un exceso de fuego”. Es bien cierto que de ahora en adelante no temeré a los enemigos, y que todo fuego será igual para mí. Sin embargo, el vaso que me contiene es frágil; y si se aumentara mucho el fuego, se rompería y al estallar me llevaría y me sembraría malamente entre las cenizas. Vigila pues tu fuego en ese momento, gobernando y rigiendo con paciencia esta quintaesencia admirable, pues hay que aumentar su fuego, pero no demasiado. Ruega de la Bondad soberana que no permita que los malos espíritus que guardan las minas y los tesoros, destruyan tu operación o fascinen tu vista. Cuando consideres los incomprensibles movimientos de esta quintaesencia, en tu vaso.
De este modo seria imposible transmutar mil partes por una. Voy entonces a comunicaros un grande y raro secreto: hay que mezclar una parte de Elixir con mil de metal más próximo y encerrarlo todo en un recipiente adecuado a la operación, sellar herméticamente y ponerlo en el hornillo para fijarlo. Primeramente calentad con lentitud, y aumentad gradualmente el fuego durante tres días hasta una perfecta unión. Es obra de tres días.
Espejo de Alquimia, Roger Bacon

Aceptemos igualmente lo bueno y lo malo, y dejemos a la meditación del tiempo el cuidado de separarlos en nosotros, pues los Sabios han dicho: «La paciencia es la escalera de los filósofos y la humildad es la puerta de su jardín secreto». No nos dejemos arrastrar por los juicios y las pasiones ciegas del mundo vulgar. Consagremos, más bien, nuestro tiempo y nuestra fuerza en buscar a aquel que persiste a través del dolor y la muerte, en la alegría de la vida liberada.
El Mensaje Reencontrado X: 19-19'
Se lleva también al hombre fuera de este valle de lágrimas, o sea fuera de las incomodidades de la pobreza y la enfermedad; y con las alas lo eleva gloriosamente fuera de las pútridas aguas de Egipto, (que son los pensamientos comunes de los mortales) haciéndoles despreciar la vida y las riquezas presentes, día y noche le hace pensar en Dios y los Santos y desear el Empíreo y beber en las dulces fuentes de la eterna esperanza.
Pero que tengan cuidado: quien ha contemplado dicho Electrum en el curso de una admirable fusión creadora, tendrá los ojos deslumbrados para siempre y en lo sucesivo estará perdido para el mundo.
Emmanuel d'Hooghvorst

Cuando lo hayamos presentido en nuestro corazón, ya nada nos lo hará olvidar. Pero cuando lo hayamos saboreado en nuestro cuerpo, ya nada nos podrá separar de él, pues estaremos en él en espíritu y él estará en nosotros en acto.
El Mensaje Reencontrado VI: 31'