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Las fábulas egipcias y griegas (1 de 8)

DESVELADAS Y REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO, CON UNA EXPLICACIÓN DE LOS JEROGLÍFICOS Y DE LA GUERRA DE TROYA   Dom Antoíne-Joseph Pern...

Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
24 abril 2011
«Todas las letras son como un cuerpo sin alma. Cuando vienen los puntos, que son el secreto del alma viva, he aquí que el cuerpo se endereza en su consistencia y, a propósito de esto, está escrito: Y Adán fue en alma viva (Génesis II, 7). Y todo esto ha salido de un solo punto, que es la Sabiduría de Arriba...»

«Cuando salieron las letras del seno del secreto de Arriba, como hemos aprendido [...] éstas se desarrollaron y fueron grabadas en el hombre (lo que es el secreto del cuerpo del primer hombre), luego aparecieron los puntos e insufló en ellas el soplo de vida, pues los puntos son el secreto del soplo de vida que está en las letras, y las letras se enderezaron como un hombre que se yergue sobre sus pies por la consistencia del soplo»

El Zohar

XXXI: 45' y 45. El quinto es el que está antes que el primero. Es el que se mueve y que mueve invisible y visiblemente.
Incluso el uno forma parte de los números y de las letras, mientras que el acento los anima secretamente, sin estar ligado ni sometido a ninguno.

IV: 41' y 41. Todo lo que está dentro debe reunirse con lo que está fuera y lo que está fuera debe reunirse con lo que está dentro, para engendrar el sol de la resurrección gloriosa.
El punto más alejado de Dios es una ausencia completa de Dios, y el punto más cercano es una presencia total de Dios.
Los puntos medios forman el Universo graduado.

El Mensaje Reencontrado 

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16 abril 2011

Eugenio Filaleteo (Thomas Vaughan)


(extractos del texto publicado en la revista La Puerta Nº64)


En primer lugar considera que la Naturaleza no destila más allá del cuerpo, como hacen los químicos hacia otro recipiente. Extrae el agua de la tierra hacia arriba y a la misma tierra la devuelve, y así ocurre que genera por inbibiciones circulares y razonables. En segundo lugar debes observar que prepara su humedad antes de inbibir el cuerpo a continuación [...] Vemos que rarifica su agua en nubes y, por este medio, tortura, tensa y estira el cuerpo con lo que todas sus partes están expuestas a un penetrante y espiritual purgatorio de viento y fuego. Porque su viento pasa completamente a través de las nubes y las limpia y, cuando están bien limpias viene la Naturaleza con su fuego y la fija en una esencia, en justicia, zafírea.

No obstante, no purgamos por destilaciones comunes y ridículas o por las todavía más insensatas filtraciones, sino por medio de un fuego secreto, tangible y natural; y aquel que conoce este fuego y cómo lavar con él, conoce la llave de nuestro Arte, incluso nuestro oculto Saturno y el estupendo e infernal lavabo de la Naturaleza. [...] este fuego [...] es uno de los más elevados misterios de la creación, [...] se relaciona con los mayores efectos de la magia, ya que es el primer macho del Mercurio y casi su madre. Considera entonces la generación de nuestro Mercurio y cómo se hace, porque aquí yace el fundamento de todos nuestros secretos. [...] exteriormente no vemos sino aquello que es grosero [...] estas cosas tienen un exterior torpe e ineficaz, pero interiormente están llenos de una limosidad sutil y vital, impregnada con fuego; y de esto hace uso la Naturaleza en las generaciones, y por eso lo llamamos el esperma. [...] la semilla, o primera materia, es una cierta limosidad extraída de estos cuatro (tierra, aire, fuego y agua), porque cada uno de ellos aporta desde su centro una tenue y fangosa sustancia, y de sus diversos lodos la Naturaleza hace el esperma por una inefable unión y mixtura. Esta mixtura y composición de principios fangosos es la masa que llamamos primera materia.

[...] el abrir y cerrar el caos [...] no se puede hacer sin nuestra llave apropiada -quiero decir nuestro fuego secreto, en el que consiste todo el misterio de la preparación. Nuestro fuego es un fuego natural, vaporoso, sutil y penetrante, que lo hace todo en todo. [...] Es una sustancia con propiedad solar y por lo tanto sulfurosa. Se la prepara, tal como dicen los filósofos, del viejo dragón y, en términos llanos, es el humo del Mercurio —no crudo sino cocido. Este humo destruye totalmente la primera forma del oro, introduciendo una segunda y más noble.

Que el que desee ser feliz vaya tras la luz porque es la causa de la felicidad, tanto temporal como eterna. En su hogar se la puede encontrar, y el hogar no está muy lejos ni es difícil de encontrar, porque la luz camina delante nuestro y es la que nos guía a su propia morada. [...] No podemos confinarla en ningún lugar [...] No la podemos encerrar en un cofrecillo [...] Debemos, pues, buscar la mansión de la luz —esa sustancia oleosa y etérea que la retiene— ya que por medio de ella podemos circunscribirla y confinarla.
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07 abril 2011

Hermes Trismegisto

(extractos)

¿Por qué entonces, padre, Dios no ha dado participación en el Intelecto a todos?
–Es porque ha querido, hijo mío, que el Intelecto fuera presentado a las almas como un premio que ellas tuvieran que ganar.

X: 25. El colmo de la locura es especular sobre el porvenir, lamentarse del pasado e ignorar el presente que reposa en nosotros.
25'. El hombre inteligente rechaza todo trabajo y toda agitación inútiles. Concentra sus pensamientos en Dios y lo busca en sí mismo.

El Mensaje Reencontrado


–¿Y dónde lo ha colocado entonces?
–Ha llenado con él una gran crátera que ha enviado sobre la tierra, y ha apostado un heraldo con orden de proclamar a los corazones de los hombres estas palabras: "Sumérgete, tú que puedes, en esta crátera, tú que crees que volverás a ascender hacia Aquel que la ha enviado sobre la tierra, tú que sabes por qué has venido al ser".
V: 11'. Entre el agua y el vino hay lugar para la sangre de la tierra, y entre el barro y el trigo hay lugar para el cuerpo del sol.

XXV: 49. La caída del hombre tiene una finalidad divinamente elevada, que es la adquisición de un cuerpo bajo y su glorificación en Dios.

El Mensaje Reencontrado

En efecto, sólo el Conocimiento ve lo inaparente, ya que él mismo es inaparente. Si puedes, aparecerá entonces a los ojos de tu intelecto, Tat: pues el Señor se manifiesta con plena liberalidad a través de todo el Universo. ¿Puedes ver tu pensamiento y asirlo con tus propias manos y contemplar la imagen de Dios? Pues, si incluso lo que está en ti es para ti inaparente, ¿cómo se te manifestará Dios mismo, a tí, por medio de los ojos del cuerpo?
XIX: 49. La sabiduría de Dios es la libertad y la abundancia de la vida ofrecida gratuitamente a los hombres sencillos y rectos.
La sabiduría del mundo es el ruido y la vanidad de las palabras huecas con las que los ciegos se tranquilizan en su noche.
XXVI: 36'. Los poderosos, los sabios, los ricos y los inteligentes del mundo han despreciado y rechazado el don del cielo. ¿No seréis más sagaces y no estaréis más agradecidos al Señor que os ofrece gratuitamente la vida imperecedera? ¡Oh, la faz de los poderosos cuando se descubran sin fuerza! ¡Oh, el rostro de los sabios cuando se descubran imbéciles!
¡Oh, la cara de los ricos cuando se descubran miserables! ¡Oh, la cabeza de los inteligentes cuando se descubran estúpidos!

I: 62'. La naturaleza enseña a quien la mira de frente y la explora hasta el fundamento secreto.

XVI: 1. Examinemos bien lo que nos es dicho o preguntado por cada uno y veamos si la cosa es conforme a la ley de Dios y no a las leyes de los hombres, y Dios nos contestará dentro de nuestro corazón. Pero pocos de entre nosotros escuchan la voz del Señor, pues ésta trastorna nuestros hábitos, contradice nuestras pasiones y destruye nuestra falsa tranquilidad de agonizantes ciegos y sordos.
«¿Quién se tapará las orejas para oír mejor y quién cerrará los ojos para ver mejor?»

El Mensaje Reencontrado

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02 abril 2011

El Cosmopolita

(extractos)


Contiene abundantemente el Espíritu del Universo, que es el fuego, se comunica por el vehículo del aire a las cosas sublunares y les da vida; porque la vida no es más que un flujo de fuego natural en el cuerpo vivo.

Hay una clave secreta que abre la puerta de esos secretos; esta oculta en un cuerpo muy común y visible a los ojos del vulgo, pero muy precioso ante los de los verdaderos Filósofos.

[...] el calor hace subir la humedad de la tierra en niebla, que una vez levantada vuelve a caer en forma de lluvia por su peso, y devuelve a la tierra su humedad para hacerla fructificar. Porque esta marea universal se acrecienta del Cielo y trae de él cada vez nuevas virtudes.

Como conclusión, diré que aquellos que deseen trabajar imitando a la naturaleza, deben conocer primeramente las simientes y después también las matrices, y entonces, si escogen la verdadera simiente, tal como la naturaleza la ha formado, y si ponen dicha simiente bien purgada y bien acondicionada en esa matriz, encargando la cocción a la naturaleza del fuego inherente en ellos, entonces, digo, podrán alcanzar un éxito favorable. En esa materia no basta conocer la simiente particular de cada cuerpo de los tres reinos de la naturaleza que corrientemente lo tiene inherente en sí mismo; menester además conocer la simiente del Espíritu universal que él infunde admirablemente a los animales, los vegetales y los minerales, sin el que nada subsiste ni se engendra; porque ese Espíritu, ese quinto elemento, ese instrumento del Eterno, es absolutamente imprescindible en la procreación de las cosas. Así como contiene la tintura universal de las simientes, tiene también el poder de obrar sobre lo universal, y debe razonablemente servir de base a la Medicina universal, la que nunca nadie sacó, ni sacará, de un cuerpo particular de los animales, de los vegetales, ni de los minerales.

[...] no se efectúa putrefacción sin solución, ni solución sin licor; pero este licor debe ser proporcionado a cada especie, ante todo, de acuerdo con su esencia o su calidad, después, según su cantidad...

¿Y la cábala de la filosofía no hace ver a los enterados que este Espíritu universal, incorporado, por una manipulación tan admirable como oculta, a la tierra filosófica, la lleva por los grados que le dicta el curso prescrito de la naturaleza a esa perfección que, hecha suya en seguida por los cuerpos defectuosos y perecederos, les hace renacer a una nueva vida, en la que se hallan fuera de la jurisdicción de los elementos transitorios?

La serpiente se renueva o rejuvenece cambiando de piel; el hombre hace otro tanto cuando por la absorción de una Medicina excelente y universal, su cabello blanco se cambia en negro y su piel arrugada en una tez fresca. Lo mismo reverdecen las plantas con la aplicación de la Medicina universal, y el oro se rejuvenece cuando se transforma en licor de Mercurio por el beneficio del fuego. Podría decir muchas cosas acerca de esta conservación, si no temiese hacer un libro en lugar de una carta.

El alma razonable es un espejo que representa las cosas muy alejadas, lo cual no sabrían hacer los sentidos materiales, ella penetra por un razonamiento sólido, hasta en las cosas invisibles e impalpables. Mientras ocupa sus facultades en las cosas materiales, le cuesta trabajo elevar su mirada a las cosas sublimes, pero si halla asistido de la gracia divina para desembarazarse de ellas, entonces puede emplear todas sus fuerzas y actuar vigorosamente. Porque así como los astros superiores e inferiores, quiero decir, los generales y los particulares, extraen su luz y su vida de la luz concentrada del Sol. Así las almas razonables no pueden nada por sí solas si no están iluminadas por los rayos de la gracia del Sol de Justicia, nuestro Señor Jesucristo, por medio de su Espíritu Santo.
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