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Versículo al azar

El Mensaje Reencontrado

Libro XXVIII

NI REVÉTUEEL BARRO

27. Si nos preguntan qué es el Libro, respondamos: una piedra sobre la cual se apoyan firmemente los creyentes y un manantial del cual extraen agua sin cesar.

27'. 36 opiniones conocidas simultáneamente.
36 oficios aprendidos de una vez.
36 cosas hechas al mismo tiempo.
36 luces vistas de repente.
36 deseos realizados en uno solo.
36 religiones reunidas en una fe.
14 septiembre 2015

(Estudio comparativo del texto copto de Nag Hammadi con El Mensaje Reencontrado)

104. [Le] dijeron: «Ven, vamos hoy a hacer oración y a ayunar». Respondió Jesús: «¿Qué clase de pecado he cometido yo, o en qué he sido derrotado? Cuando el novio haya abandonado la cámara nupcial, ¡que ayunen y oren entonces!».


Entra de nuevo y reposa, o sal y brilla, pero permanece siempre en uno.
Dedicatoria de Louis Cattiaux
en El Mensaje Reencontrado

105. Dijo Jesús: «Quien conociere al padre y a la madre, será llamado hijo de prostituta».

Dejemos a los estúpidos con su estupidez y a los inteligentes con su inteligencia, ya que no pagaremos por ellos en el día de saldar cuentas; pero abracemos a la Madre antigua, a fin de ser hechos uno con el Padre recién nacido.
VI: 40'

106. Dijo Jesús: «Cuando seáis capaces de hacer de dos cosas una sola, seréis hijos del hombre; y si decís: ¡Montaña, trasládate de aquí!, se trasladará».

Antes de ser separados, la tierra y el cielo no formaban más que una sola cosa. Así, uniéndolos de nuevo, formaremos la cosa única del comienzo de los comienzos.
XXIII: 46'

107. Dijo Jesús: «El Reino se parece a un pastor que poseía cien ovejas. Una de ellas —la más grande— se extravió. Entonces dejó abandonadas (las) noventa y nueve (y) se dio a la búsqueda de ésta hasta que la encontró. Luego —tras la fatiga— dijo a la oveja: Te quiero más que a (las) noventa y nueve».

Quien ha encontrado la cosa del Libro puede quemar el Libro para cocer la cosa, ya que lo que obtendrá al final vale más que el Libro y que la cosa.
«Ningún astuto penetrará la simplicidad ni se acercará a la pureza de la cosa, ya que la malicia les pega a la corteza y les impide ver lo de dentro que vive».
XXII: 63'

108. Dijo Jesús: «Quien bebe de mi boca, vendrá a ser como yo; y yo mismo me convertiré en él, y lo que está oculto le será revelado».

El que está invitado al banquete del Señor recibe la promesa de la vida.
-El que come en la mesa del Señor se beneficia del don de la vida.
-El que bebe en la copa del Señor obtiene el conocimiento de la vida.
Pero el que besa al Señor en los labios reposa en el seno de la vida y gobierna con el Perfecto.
XVI: 16'

109. Dijo Jesús: «El Reino se parece a un hombre que tiene [escondido] un tesoro en su campo sin saberlo. Al morir dejó el terreno en herencia a su [hijo, que tampoco] sabía nada de ello: éste tomó el campo y lo vendió. Vino, pues, el comprador y —al arar— [dio] con el tesoro; y empezó a prestar dinero con interés a quienes le plugo».

La alegría más perfecta es adorar a Dios.
La ciencia más alta es imitar su obra.
El mayor tesoro es descubrirlo y conservarlo en uno mismo.
III: 62

110. Dijo Jesús: «Quien haya encontrado el mundo y se haya hecho rico, ¡que renuncie al mundo!».

La renuncia perfecta es lo que nos abre las puertas del reino de Dios. La indigencia perfecta es lo que nos colma de la bendición de Dios. El vacío perfecto es lo que nos llena del amor de Dios.
XXIV: 27'

111. Dijo Jesús: «Arrollados serán los cielos y la tierra en vuestra presencia, mientras que quien vive del Viviente no conocerá muerte ni (...); pues Jesús dice: Quien se encuentra a sí mismo, de él no es digno el mundo».

El que puede conocerse y enmendarse se vuelve fácilmente dueño de sí mismo y del mundo.
VII: 17

112. Dijo Jesús: «¡Ay de la carne que depende del alma! ¡Ay del alma que depende de la carne!».

¡Cómo violentan los hombres sus cuerpos! ¡Cómo torturan sus espíritus y cómo vejan sus almas!
«Demos gracias a Dios por la buena criatura y alabémosle por el fruto excelente».
Abandonando los espejismos del mundo y consagrándose a la búsqueda de la unidad divina, el Sabio evita muchas complicaciones, muchos excesos y muchos dolores inútiles.
XVII: 27-27'

113. Le dijeron sus discípulos: «¿Cuándo va a llegar el Reino?» (Dijo Jesús): «No vendrá con expectación. No dirán: ¡Helo aquí! o ¡Helo allá!, sino que el reino del Padre está extendido sobre la tierra y los hombres no lo ven».

La decadencia de las religiones y de las iniciaciones proviene de que los guardianes, los creyentes y los buscadores toman los símbolos, las figuras y los ritos por el misterio mismo, cuando de hecho no son más que sus imágenes y sus recuerdos.
El reino de Dios no es una abstracción ni una imagen, ni un vago ideal. Es la única realidad viva y palpable que salva de la muerte, desde ahora, aquí abajo.
¿Comprenderemos al fin?
XXIV: 43-43'

114. Simón Pedro les dijo: «¡Que se aleje Mariham de nosotros!, pues las mujeres no son dignas de la vida». Dijo Jesús: «Mira, yo me encargaré de hacerla macho, de manera que también ella se convierta en un espíritu viviente, idéntico a vosotros los hombres: pues toda mujer que se haga varón, entrará en el reino del cielo».

Quien apacigüe el mar del mundo descansará en el núcleo vivo del oro puro.
¡Oh esplendor! ¡Oh milagro del agua y el fuego unidos en Uno!
VIII: 13'

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Fuente del texto (excepto notas comparativas): Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC

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